Corfo adjudicó a tres consorcios empresariales de Chile, España y China la instalación de las primeras fábricas de electrolizadores en Chile que se instalarían en la Región Metropolitana y la del Biobío con una inversión de $25,6 millones de dólares de aporte público.
Ruz indicó que “tenemos cuatro proyectos de amoníaco verde a gran escala, con casi $40 mil millones de dólares de inversión y una proyección de 5,9 millones de toneladas de amoníaco verde. Con todo esto ya desplegado, esperamos que las decisiones finales de inversión (FID) comiencen en 2026 y la Operación Comercial (COD) para 2031”. Adicionalmente, se cuenta el de HIF Global llamado Faro del Sur en Magallanes que exporta ecombustibles y emetanol a la Unión Europea y en el que los compradores son también inversionistas de esta operación.
La directora del Comité de Hidrógeno participó en el panel “Políticas públicas que impulsan el desarrollo de la industria del hidrógeno verde” junto a Ángel Caviedes del Ministerio de Energía de Chile; Noriya Udagawa de IPHE Japón y Patrice Millet de IPHE Comisión Europea. IPHE es un foro de cooperación intergubernamental integrado por 26 países y la Comisión Europea y cuyo propósito es guiar a sus países miembros y líderes de la industria del hidrógeno y las pilas de combustible a impulsar el desarrollo e implementación de estas tecnologías en el proceso de transición energética. La cita IPHE se realizó en el marco del 43rd IPHE Steering Committee Meeting que este año se celebró en Chile por primera vez.
Según explicó Ana María Ruz, considerando las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía (IEA) “creemos que tenemos una gran oportunidad para fabricar tecnologías de energía limpia en Chile evitando tener más presión en las rutas marítimas más transitadas”. En tal sentido, destacó las convocatorias que lanzó Corfo desde el año pasado para la fabricación y/o ensamblaje de electrolizadores en Chile y que ya tiene a tres consorcios empresariales de Chile, España y China que instalarán las primeras plantas en la Región Metropolitana y la del Biobío gracias a una inversión de 25,6 millones de dólares de aporte público.
“El PIB chileno ha estado cerca del 2% en los últimos 10 años por lo que necesitamos aprovechar las ventajas que tenemos en materia de producción de hidrógeno limpio como una oportunidad industrial para aumentar nuestro PIB y contribuir a la descarbonización global. En la última década, la minería ha contribuído con casi el 9% a nuestro producto y esperamos que el hidrógeno y sus derivados alcancen un impacto económico positivo similar al de la minería, con los mejores estándares ambientales y sociales”, acotó Ana María Ruz.
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