Ya sea en la puesta en marcha de un nuevo proyecto, o en su eventual expansión, las compañías involucradas deben evaluar una serie de factores previo a definir qué activos requieren a lo largo de su cadena productiva.
“Naturalmente, lo primero a considerar es dimensionar la planta, definiendo su capacidad en toneladas/hora (ton/ día), tanto de alimentación como de producción y el tipo de mineral que procesará. Un punto importante que toma cada vez más fuerza es la posible flexibilidad para crecer, donde se puede considerar dejar planificado o diseñadas ampliaciones de la planta para atender una demanda mayor de procesamiento, considerando equipos y espacio para estas expansiones”, detalla Andrés González, gerente general del Centro Nacional de Pilotaje (CNP).
El ejecutivo menciona que también es importante determinar la presencia de impurezas, tales como arsénico, fierro, carbonato, haciendo hincapié en que “una vez conocida la caracterización se definen las fuentes de energía: eléctrica, mecánica, térmica, entre otras, que permitirán operar la planta”.
Mientras que Jorge Carvajal, Projects Sales Director de FLS, al abordar las principales variables que debe considerar el desarrollador al momento de diseñar y levantar una planta, asevera que “la potencia del recurso minero debe tener las características necesarias a fin de sustentar un proyecto, que sea compatible con las condiciones económicas definidas por los dueños. Esto tiene relación con: la ley del recurso y las características de explotación y accesibilidad; en tanto, las pruebas metalúrgicas deben sustentar un plan minero de largo plazo y definir un negocio suficientemente atractivo para realizar una inversión, que pueda ser recuperada en un plazo razonable”.
Agrega que otros temas vinculados tienen relación con “la posibilidad de depositación y tecnología de relaves, de manera de minimizar la intervención al medioambiente existente en el lugar, así como lograr que las comunidades se conviertan en nuestros aliados junto con proteger sitios arqueológicos detectados en el transcurso de la implementación de un determinado proyecto”.
Mirada a largo plazo
Para Jorge Carvajal, la definición clara del recurso minero mediante pruebas metalúrgicas y el desarrollo de un plan minero de largo plazo es clave. “Ello tiene por objetivo detallar las características y potencia del depósito para asegurar que la mina sea capaz de sostener por largos años los resultados metalúrgicos futuros, de manera de obtener los resultados económicos definidos por el proyecto”, explica el Projects Sales Director de FLS.
Asimismo, el ejecutivo destaca “la elección de un diagrama de flujo de proceso adecuado y con equipos que aseguren la eficiencia de los resultados definidos por el plan minero, permitiendo el uso racional y más eficiente posible del recurso agua y energía”.
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