La mítica ciudad de Sewell con Codelco, las momias de Huatacondo con Teck e importantes museos, como el de Arte Precolombino de la mano de BHP, son algunos de los legados que ha dejado la industria en cuanto a apoyo a la cultura e identidad.
La extracción de minerales ha sido históricamente una actividad de gran relevancia económica y cultural en Chile. Popularmente se instauró la idea de que la minería es el sueldo del país, por su vasto aporte: aproximadamente 10% del PIB anual es aportado por esta industria. Sin embargo, su aporte no va mucho más allá de lo económico: la minería ha jugado también un papel clave en la preservación del patrimonio cultural y arqueológico, con diversos proyectos culturales y patrimoniales.
BHP, una de las principales empresas mineras con operaciones en Chile, ha mantenido una relación de colaboración con el Museo Chileno de Arte Precolombino desde 2014, promoviendo la ampliación del 70% del área que incrementó las zonas de exhibición, depósito y laboratorio de conservación. Están abiertas a todo público en el centro de Santiago, de martes a sábado.
Asimismo, en la Región de Antofagasta inauguró recientemente una Sala Patrimonial inmersiva junto a la Fundación Ruinas de Huanchaca, que permiten visitar de manera virtual los pasajes de dichos vestigios de la fundición de plata con el mismo nombre, que en enero de 1974 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Minería y Consejo de Monumentos Nacionales
Uno de los monumentos históricos más icónicos ha sido Sewell, antigua ciudad minera construida en las alturas de la cordillera de los Andes, en la Región de O’Higgins. Fundada por la Braden Copper Company y luego operada por Codelco, Sewell fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006. La compañía minera ha sido fundamental en la restauración y mantención de este campamento minero, que ahora se ha convertido en un importante atractivo turístico que narra la historia de la minería en Chile.
Esta localidad minera fue declarada monumento nacional en su categoría de Zona Típica en 1998 por el Consejo de Monumentos Nacionales, institución que define la calidad arqueológica o paleontológica de hallazgos o sitios, y es la encargada de entregar autorizaciones a los proyectos para proseguir sus obras en sitios con historia.
Recientemente, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, anunció una serie de reformas a esta entidad para agilizar su tramitación de permisos y delimitar de mejor manera sus criterios.
Conservación patrimonial
El proyecto Quebrada Blanca Fase 2 (QB2) de Teck en la Región de Tarapacá descubrió restos humanos y artefactos de alrededor del año 1100 a.C. durante su construcción, en zonas aledañas a la quebrada de Huatacondo.
Para documentar estos hallazgos utilizaron tecnologías avanzadas como la fotogrametría 3D, trabajando en conjunto con arqueólogos y autoridades locales para preservar el patrimonio cultural mientras avanzaban en las obras. Estos hallazgos brindan información valiosa sobre las comunidades costeras antiguas y su adaptación al desierto.
Por otro lado, Minera Los Pelambres realizó un rescate arqueológico en áreas cercanas al tranque El Mauro, recuperando el 100% de los restos bajo la zona de inundación. El proyecto incluyó la preservación de arte rupestre en un parque y la creación de salas en el Museo Arqueológico de La Serena para resguardar otros hallazgos. Más de cien arqueólogos participaron, supervisando que las obras civiles no dañaran los sitios arqueológicos, cumpliendo con exigencias del CMN.