En el marco del compromiso ambiental de Albemarle y su responsabilidad con las comunidades del Salar de Atacama, la empresa inauguró el primer vivero en su Planta Salar, un espacio destinado a la reproducción y cuidado de especies endémicas clave en el desarrollo de iniciativas de conservación y restauración.
El vivero, de 35 metros de largo y 7 metros de ancho, albergará en una primera etapa a diez especies de flora azonal nativa que se reproducirán en este espacio inédito de cuidado vegetal en la cuenca del Salar de Atacama, entre las que se encuentran el chañar, el suncho, el hunquillo y el algarrobo.
El vivero cuenta con tres espacios para su funcionamiento. El primero, destinado a la producción, tiene como objetivo la obtención del material vegetativo y para la germinación de semillas. El segundo, destinado al crecimiento, está a cargo del desarrollo y rebrote de los ejemplares, lo que involucra repique o trasplante. Y finalmente el tercero, de preparación, involucra endurecimiento de la planta para prepararla para su destino final en terreno.
Este proyecto es un espacio único en el desierto más árido del mundo, y se compromete con la generación de conocimiento biológico, lo que servirá para asegurar la conservación, preservación y restauración de estos ecosistemas. Cuenta con un sistema de control de las condiciones climáticas y un sistema de riego que simula las condiciones azonales de las especies. La capacidad de producción del vivero es de 5.000 plantas, las que se utilizarán para desarrollar ensayos de propagación y restauración ecológica y/o comunitaria.
Conservación del patrimonio cultural y natural
Para Ignacio Mehech, country manager de Albemarle, “esta inauguración representa nuestro compromiso con la conservación del patrimonio cultural y natural de la cuenca del Salar de Atacama, sello que queremos dejar en cada acción que realizamos desde Albemarle”.
Por su parte, Richard Glenn, encargado de Negocios de embajada de Estados Unidos en Chile, señaló que “es esencial, especialmente hoy, encontrar el balance entre las necesidades de la producción en torno al litio y la necesidad de proteger el ambiente y los habitantes del lugar. Lo que vimos en esta inauguración es un muy buen ejemplo de cómo una compañía norteamericana actúa de una manera muy responsable y contribuye a encontrar el balance apropiado entre ambas necesidades. Lo que me interesó mucho de la visita al Vivero es que hay un alto número de trabajadores que pertenecen a los pueblos del Salar de Atacama, y eso aporta a la prosperidad de la región y del país”.
Mientras que Alex Acuña, seremi de Minería de la Región de Antofagasta, dijo que “este hito da a conocer el compromiso que tiene Albemarle en la zona, y que es ir evolucionando con los nuevos desafíos que se dan en la minería. Hoy nos encontramos frente al desafío de combatir el cambio climático, donde Albemarle como productor de litio juega un rol clave, pero además están recuperando las especies nativas de la zona, reforestando el desierto, y haciendo pruebas en este laboratorio natural junto a las comunidades. Esto es muy relevante”.