La Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin) participó de la Comisión de Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico de la Convención Constitucional, donde su presidente, Philippe Hemmerdinger y su director ejecutivo, Sergio Hernández, expusieron los principales planteamientos del gremio en miras a la construcción de la nueva Carta Magna del país.
Durante su presentación, los representantes de la gremial invitaron a los convencionales presentes a que actualicen su mirada sobre la minería en nuestro país, ya que ésta ha dado pasos agigantados en muchas áreas, entre ellas, la protección al medio ambiente. “No miren a la minería como lo que era, si no que mírenla cómo está ahora, en medio de un proceso acelerado para mejorar sus procesos y hacerlos más limpios y como actor clave en la revolución de la electrificación, donde el cobre y el litio juegan roles fundamentales en la lucha futura contra el cambio climático”, apuntó el director ejecutivo de la Asociación.
Mirada del sector
En su exposición, los dirigentes gremiales destacaron también los valores esenciales que deben protegerse en la Constitución, como la libertad, la vida, el vivir en un medio ambiente libre de contaminación, entre otros, y además, identificaron diversos elementos integrantes de la sustentabilidad del modelo, destacándose generar un modelo económico que genere recursos constantes para el Estado basado en el libre emprendimiento, un estatuto de apoyo a pymes, y añadir como una exigencia constitucional que los distintos proyectos que se presenten sean analizados ambientalmente por organismos técnicos especializados, con previa participación ciudadana, pero sin intervención del mundo político.
Hernández destacó la necesidad de atraer inversión extranjera, por los altos montos y riesgos que requiere y tiene la minería que ni el Estado ni los privados chilenos podemos alcanzar, para lo cual la certeza jurídica y una carga tributaria razonable es imprescindible.
En esa línea, los dirigentes fueron críticos de cómo el intervencionismo político muchas veces afectó el desarrollo de proyectos, tanto aprobándolos como rechazándolos, sin tomar en consideración los elementos técnicos en su decisión. “Si un proyecto, durante su análisis técnico-ambiental, es considerado como dañino para el medio ambiente, no se sigue adelante con él. Pero si tras su análisis exclusivamente técnico se considera que sus impactos están debidamente controlados, entonces tiene que desarrollarse”, explicó y solicitó Sergio Hernández.
Al finalizar la exposición, algunos convencionales hicieron preguntas sobre el rol de los pueblos originarios y cómo el conocimiento de estos se integra al desarrollo de los proyectos mineros, también sobre la protección de glaciares y sobre el uso de agua desalada como reemplazo del agua dulce, destacando Hemmerdinger que es lo que se usa crecientemente en las operaciones mineras.
En sus respuestas, los dirigentes relevaron el papel que juegan los pueblos originarios en las Consultas Indígenas en los procesos de evaluación ambiental y mencionaron cómo las empresas definen un completo plan de relacionamiento con esos grupos; además, mencionaron cómo la institucionalidad ambiental sí ha funcionado en la protección de los glaciares destacándose los casos de Andina 244 (Codelco) y Pascua -Lama, donde la participación ciudadana también jugó un rol fundamental; y finalmente, los dirigentes destacaron cómo se ha ido avanzando decididamente en la incorporación de agua desalada en las faenas mineras, en un proceso que sí o sí debe ser gradual, pero que a largo plazo tendría como beneficio la baja de los costos hídricos para el agua desalada también en la cuenca central del país, que tiene serios problemas de abastecimiento de agua.
Finalizaron afirmando que son las grandes potencias industriales las que han principalmente provocado el calentamiento global en cuanto a la influencia humana, no es Chile ni su minería; más bien ésta produce una enorme cantidad de cobre y litio que ayudará a tener un planeta más limpio. La minería no es el problema, afirmó Hernández, sino parte esencial de la solución.
