En el lanzamiento del programa H2VA, un bien público apoyado por el Comité Corfo Antofagasta, el director del Centro de Desarrollo Energético de la Universidad de Antofagasta, Edward Fuentealba, presentó las capacidades y desafíos para el desarrollo de una industria de hidrógeno verde a nivel regional, donde destacó que “entre los principales desafíos falta una estructura habilitante, donde hagan análisis de tecnologías y diversificar la productividad”.
El objetivo es este programa levantamiento de casos de uso y servicios tecnológicos para el desarrollo de un HUB de hidrógeno verde en la Región de Antofagasta.
Fuentealba describió que “es necesario diversificar la productividad, hoy está muy focalizada en minería y sus complementarios, pero también se puede impulsar otro tipo de industrias y favorecer la industria del transporte porque no es menor la cantidad de emisiones y consumo de combustible que tiene. El alza que van teniendo los combustibles da un impulso para acelerar este proceso de conversión, la logística es sumamente relevante, lo pudimos ver hace un par de semanas. Si se para el norte se para todo Chile, hay que tener más fuentes -como la marítima- y tener más alcances y disponibilidad de insumos”.
En el ámbito educacional, Fuentealba explicó que “entre las oportunidades académicas e industriales, la oferta técnica y profesional de establecimientos técnicos debe considerar soldadores, electricistas, mecánicos industriales entre otros, además de operadores y mantenedores. En los institutos las ofertas de áreas técnicas superiores debe ser igual pero preocuparse de gestión de activos, inspectores, encargados de áreas, prevención de riesgos y seguridad”.
Por otro lado, “las universidades deben entregar oferta laboral de áreas técnicas profesionales como ingenieros, abogados comerciales entre otros, con formación especializada en cursos específicos y diplomados”, añadió.
El ejecutivo agregó que “en el tema industrial el tema de la generación de energía eléctrica, el almacenamiento energético para disponibilidad 24×7, incrementar disponibilidad de proyectos renovables, suministro de combustibles sintéticos y proyectos de generación distribuida. Por otro lado, en la industria minera hay que impulsar el tema de los combustibles fósiles en procesos”.
“Hay que realizar inversiones en la habilitación de infraestructura habilitante y especialización de profesionales y técnicos. Evitar ofertar nuevas carreras sin estudios profundos de las reales necesidades laborales y técnicas, considerando acreditaciones del mercado, hay que fortalecer las carreras consolidadas y fomentar las especializaciones de estas y definir claramente las etapas abordables de la cadena del H2 y los TRL de la tecnología, para que cada actor se focalice y especialice según sus competencias. Finalmente, hay que aprender de los éxitos y errores de la industria solar en Chile”, culminó Fuentealba.
Bitran
En el lanzamiento también participó el presidente del Club de Innovación, Eduardo Bitrán, quien explicó el potencial que tiene la región para las energías renovables. “La región de Antofagasta es sin duda la que tiene mayor potencial tanto eólico como solar, y la combinación de estas dos es muy importante porque eso permite tener un factor de planta agregado más alto y reduce las necesidades de inversión en almacenamiento y hace más competitiva esta industria, no obstante hay un factor muy importante para tener en cuenta cuando se generó la ley para eliminar los costos de transmisión eliminando las señales de localización. Lo que se hizo, fue generarle a regiones como Antofagasta una especie de impuesto que puede tener un impacto de hasta US$1 por kilo de hidrógeno, esto nos obliga a repensar el marco regulatorio que tan solo tiene 6 años porque de alguna manera le estamos poniendo impuesto”, explicó.
Además, señaló que “los estudios que se han hecho muestran que en el largo plazo la región podría tener precios inferiores a US$1 pero no incorporan los costos de transmisión que son fundamentales estar vinculados a la red para poder ser más eficientes y disminuir los requerimientos de almacenamientos”.
“Dado este cambio global, el primer cambio tiene que ver con la exportación de hidrógeno verde, si se hace con un rol público de coordinar muy bien y la concentración de estructura para minimizar los impactos ambientales. Tenemos una proyección de 600 millones de toneladas a nivel mundial, creo que se va a acelerar y ponerse en ese escenario. Chile tiene un potencial de 160 millones de toneladas, podemos ser un actor muy importante”, añadió.
Además, Bitrán señaló que “lo que el estudio del Ministerio de Energía señala claramente es que en el corto plazo, la oportunidad que tiene la región en términos de exportación es el amoniaco verde, a mediano plazo y más adelante pensamos en hidrógeno líquido. El amoniaco tiene distintos usos en la agricultura, los fertilizantes que usan combustibles fósiles es un mercado de gran tamaño y el transporte marítimo y que Japón está avanzando a nivel de escalamiento en el tema de mezclar las plantas de carbono con amoniaco verde”.
“En todo los análisis, Chile en el norte y en Magallanes es lo más barato en amoniaco para Japón y en hidrógeno líquido. Hay que mencionar que en el caso de Japón, la conclusión final es que el costo de transporte no es relevante ni en el amoniaco y por lo tanto Chile es la mejor opción para ellos para proveerse, ellos tienen que diversificar por razones de seguridad y por lo tanto la relación de Asia pacífico es una opción para Mejillones extraordinaria de abastecimiento a Japón. Entonces tenemos ventaja para ir a Japón y Europa”.