La compañía ratificó que este año proyecta una disminución en su producción debido, principalmente, a los efectos de la sequía en Minera Los Pelambres y a las menores leyes de los minerales que se explotarán en Minera Centinela.
Por Daniela Tapia
Revista NME
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Fue en 2020 cuando Antofagasta Minerals -el principal grupo minero privado chileno y uno de los diez mayores productores de cobre del mundo- cumplió 40 años, marcando tendencia en materia de innovación en sus procesos y la sustentabilidad a través del desarrollo y aplicación de distintas tecnologías en su quehacer.
A dos años de este acontecimiento, marcado por la pandemia del Covid-19 y sus efectos en la continuidad operacional de la industria minera, Antofagasta plc, matriz de Antofagasta Minerals, ha obtenido cuentas favorables pese al escenario incierto que ha tenido que sortear.
De acuerdo al último informe de resultados dado a conocer por la firma -al cierre de esta edición- destaca el logro por ingresos de US$7.500 millones durante 2021, un 46% más que en el año anterior gracias al mayor precio del cobre.
Además, la compañía produjo 721.500 toneladas de este metal, con un costo neto de caja de 1,2 dólares por libra, mientras que el EBITDA del grupo minero llegó a US$4.836 millones, un 77% superior al 2020.
Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, explicó mediante un comunicado de prensa, que la mayor parte de los ingresos obtenidos durante el año pasado fueron destinados a sus proveedores de bienes y servicios. “Ello genera encadenamientos productivos que benefician a cientos de otras empresas chilenas de distintos rubros, muchas de ellas pequeñas o medianas, y que operan en las regiones donde están nuestras operaciones”, señaló.
Debido a los buenos resultados financieros, Antofagasta Minerals generó US$1.333 millones en impuestos, “recursos que en gran parte ya ingresaron a las arcas fiscales, siendo una cifra récord para la compañía”, según indicó el informe.
“A pesar de las dificultades generadas por el Covid-19 y de la larga sequía que afecta a la zona central de Chile, nuestros yacimientos y plantas lograron cumplir sus metas durante 2021, lo que nos llena de orgullo. Gracias a la capacidad, compromiso y motivación de nuestros equipos pudimos mantener nuestras operaciones de forma segura, lo que nos permitió seguir aportando a la recuperación del país, tanto desde el punto de vista social como económico, y especialmente con las comunidades cercanas a nuestras operaciones”, agregó Arriagada.
Metas y foco sustentable
Conscientes de que el cambio climático representa uno de los desafíos globales más críticos de los tiempos actuales, la compañía puso en marcha una “Estrategia de Cambio Climático” orientada a gestionar anticipadamente los riesgos y las oportunidades que presenta este fenómeno, de manera de mitigar sus efectos y poder adaptarse a los nuevos escenarios.
En este marco, durante el 2021 el cambio climático se mantuvo como un foco estratégico para Antofagasta Minerals, concretando varios avances en esta materia.
Fue así como se integraron factores de riesgo climático en la toma de decisiones de inversión, y se definieron compromisos ambientales para reducir significativamente el consumo de agua continental y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). De hecho, a fines de este año, las cuatro compañías del grupo operarán sólo con energía eléctrica proveniente de fuentes renovables.
“En 2025, alrededor del 90% del agua que necesitaremos para producir cobre provendrá del mar o será agua recirculada, es decir, que ya se empleó antes. Además, reduciremos nuestras emisiones GEI en un 30% en comparación con 2020. Mantenemos nuestro compromiso con los trabajadores y las comunidades de seguir avanzando hacia una minería más segura, moderna y sustentable”, dijo el presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals.
En cuanto a metas de producción, la minera proyecta producir este año entre 660.000 y 690.000 toneladas de cobre, entre 170.000 y 190.000 onzas de oro, y entre 8.500 y 10.000 toneladas de molibdeno.
La menor producción de cobre y oro respecto a 2021 se explica por una baja en las leyes de Minera Centinela y por un menor procesamiento de minerales en Los Pelambres, debido a la falta de agua a raíz de la larga sequía que afecta a la zona central de Chile.
Al mismo tiempo, la compañía espera un incremento en sus costos provocado por el aumento en el precio de insumos claves, como los combustibles, el acero y el ácido sulfúrico, y por la menor producción proyectada para el año.
“Los efectos negativos sobre nuestra producción y sobre nuestros costos, causados por la sequía que afecta a Los Pelambres y por las menores leyes en Centinela, son transitorios. La planta desalinizadora que estamos construyendo en Los Vilos, que ya tiene un 72,7% de avance, nos permitirá enfrentar de mejor manera el problema de falta de agua en Los Pelambres. Y las leyes de los minerales de Centinela se recuperarán en los próximos meses”, afirmó el líder de la empresa minera.
Finalmente, el grupo proyecta invertir entre US$1.700 millones y US$1.900 millones durante 2022, tanto en sus yacimientos como en proyectos de desarrollo.
Es así como junto con el proyecto de Infraestructura Complementaria (INCO) de Minera Los Pelambres, que considera la planta desalinizadora y un aumento en la capacidad de procesamiento de mineral, también se está avanzando con la construcción del nuevo rajo Esperanza Sur en Centinela, el que operará con camiones autónomos. Y durante este año deben terminar los estudios de ingeniería necesarios para poder tomar la decisión de construir una segunda planta concentradora en esta misma compañía.
