Noviembre de 2003 marca la fecha de surgimiento de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin), una institución que posee un rol gravitante en el ecosistema minero nacional, en el que participan autoridades, académicos, investigadores, gremios y colegios profesionales, instituciones públicas y privadas, compañías mineras, alrededor de 6.000 empresas proveedoras de productos y servicios, y más de 700.000 trabajadores.
Un ejemplo, de la relevancia que ha ido adquiriendo este gremio en estos 20 años, se exhibe en la cantidad de empresas que lo conforman, pasando de 23 en sus inicios a los actuales 132, diversas en tamaño como de los productos y servicios que ofrecen.
Cuya creación se vio impulsada por el ánimo, diagnóstico e intenciones surgidas en 2002 entre un pequeño grupo de la alta gerencia de compañías que abastecían de productos y servicios a la minería nacional. Meses después, el propósito se convirtió en proyecto; y en noviembre de 2003, la iniciativa se concretó en la figura de una Asociación Gremial.
“A nuestro gremio le interesaba profundamente promover la coordinación entre su actividad empresarial y la cartera de clientes, mientras que aspiraba a que lo que los proveedores ofrecían fuera reconocido como un valor dentro del encadenamiento”, comenta Philippe Hemmerdinger, presidente de Aprimin.
En el libro que se publicará este mes de diciembre, el líder gremial agrega que “nuestra Asociación se formó para ser la voz de los proveedores y defender sus intereses, en un ecosistema minero en el que las figuraciones eran muy disparejas. Por lo tanto, se trabajó en tratar de ‘emparejar la cancha’, mediante un planteamiento conjunto frente a problemas complejos en común que obstaculizaban el desarrollo del sector. De esta forma, con la fuerza colectiva surgida, se buscó resolverlos junto a las empresas mineras contratantes”.
Conozca más sobre lo que ha sido la historia de este gremio, en el especial que se publicó en la Revista MINERÍA CHILENA.