“La economía chilena se verá favorecida gracias al mayor crecimiento de sus socios comerciales en el corto plazo; esto se debe principalmente a las mejores proyecciones para Estados Unidos y el mayor impulso que otorgarán las medidas fiscales en China”. Con estas palabras Luis Felipe Céspedes, consejero del Banco Central, inició la presentación del Informe de Política Monetaria (IPoM), correspondiente a diciembre del año pasado, organizado de manera conjunta con la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA).
A este auspicioso escenario, que responde a lo que ya se había proyectado en el informe anterior, desde la Institución profundizaron que, debemos agregar que el precio del cobre previsto para los dos próximos años, se mantendrá cercano a los US$3,8 la libra, lo que es una muy buena noticia para la Región de Antofagasta.
Para Julio Cerna, primer vicepresidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), lo dicho por el Banco Central son excelentes novedades para la industria. “Hay que estar optimistas de cómo hacemos que un año desafiante sea positivo; va a depender fuertemente de cómo los actores regionales nos convoquemos para crear una estrategia de desarrollo, acorde a lo que se requiere y con el potencial que tenemos en esta industria gigantesca, que es la minería”.
En cuanto a los riesgos visualizados en el informe, los dos socios principales del país presentarían cierta incertidumbre; por parte de Estados Unidos existen dudas sobre su situación fiscal y en China la fragilidad del sector inmobiliario afectaría directamente el escenario externo, lo que sumado a nuevos conflictos bélicos y situaciones geopolíticas complejas, podrían perturbar las proyecciones económicas estimadas para el país.
Al respecto, el consejero del Banco Central precisó que “consideramos todos los elementos que puedan, de una u otra forma, afectar las proyecciones de crecimiento, pero en el neto lo que esperamos es una economía que, en términos de crecimiento de nuestros socios comerciales, es más favorable de lo que habíamos señalado en el informe previo, y también creemos que los términos de intercambio mejoran levemente”.
Inflación y demanda
Otro importante anuncio fue que la inflación seguirá en retroceso, convergiendo en la meta de 3% propuesta para la segunda mitad de 2024. Sin embargo, también es relevante destacar que el Producto Interno Bruto (PIB) del país cerró sin crecimiento en 2023, y para los dos próximos años se visualizan rangos de expansión que van desde el 1,25% al 3%.
Según Céspedes, el descenso en la inflación apoya el crecimiento de los salarios reales, reduciendo el impacto adverso en el gasto financiero de las personas. En esa misma línea, sostuvo que “una economía que tiene una inflación baja y estable, es una economía que está en condiciones de poder retomar niveles de crecimiento que sean consistentes con sus tasas de crecimiento tendenciales; por lo tanto, el hecho que la economía haya sido capaz de ir reduciendo lo que fueron los desequilibrios macroeconómicos, en términos de la actividad y de la convergencia de la inflación en 3%, creo que es una muy buena noticia”.
De acuerdo a la demanda, se observa un aumento del consumo privado, con una leve mejora en los ingresos reales de los hogares; no obstante y pese a lo prometedor del escenario señalado por el Banco Central, aún hay mucho por hacer en materia de empleo, ya que la creación del mismo se mantiene lenta y con una demanda de trabajo aún por debajo de lo esperado.