La situación de mega sequía que están atravesando algunas zonas de nuestro país ha obligado a los distintos sectores a establecer medidas y -en este sector específicamente- repensar en cómo optimizar el uso de agua en los distintos procesos productivos de la minería. En esa línea, la desalinización se ha transformado en una ruta estratégica para avanzar hacia la sostenibilidad de la industria.
Sustentado en esta realidad, el gerente de proyectos en Black & Veatch Chile, Jean Pereira, ahonda en MINERÍA CHILENA, cómo ve el panorama para los próximos años, destacando que “el 75% de la capacidad instalada en el país para desalinizar agua está siendo ocupado actualmente por el sector minero y proyectando que esta última se va a incrementar hasta crecer un 46% aproximadamente”.
¿Qué regiones mineras han sido las más afectadas por la sequía?
Actualmente la disminución de lluvia y el problema de disminución de agua viene avanzando del norte al centro del país, afectando directamente a la cuarta y quinta región.
Esta situación también afecta al norte del país, pero, dada su particular condición de tener uno de los desiertos más áridos del mundo. Sin embargo, la tendencia (empujada por el cambio climático y otros factores) están impulsando que esta franja de zona desértica se esté acercando al centro del país, lo que afecta en gran medida a distintas industrias.
¿Cómo evalúa el panorama actual de Chile en materia de sequía?
La industria se ve en la necesidad de buscar alternativas para tener agua, y gracias a nuestra ubicación geográfica, Chile es un país aventajado dada su amplitud de costas, lo que nos permite poder ampliar la oferta de agua desalinizada para procesos industriales.
Sumado a la problemática de la escasez de lluvia durante los últimos años, Chile también tiene acceso al agua que proviene de la cordillera andina. Sin embargo, los registros indican que cada 10 años se reduce en al menos 3 centímetros la cantidad de agua que provee este sector, lo que agrava la crisis.
¿Cuál es su percepción sobre cómo la industria puede eficientizar aún más los procesos de desalinización para ir en la senda de la sostenibilidad?
El tema del consumo energético es un factor clave al momento de pensar en sustentabilidad en la industria minera sumado al proceso de desalinización. En este sentido, la industria ha alcanzado importantes logros. Un ejemplo de ello es que, a inicios de la década de los ´90, el proceso de desalación de agua requería un nivel de presión cercano a 70 bares. Hoy en día, estas plantas pueden operar con regímenes de 50 bares, lo que equivale a una reducción del 30% en términos de presión, lo que incide directamente sobre el consumo energético, y al pensar en esto indudablemente se ve afectado el costo de producción.
Como parte de nuestra oferta, en Black & Veatch trabajamos para ofrecer en el futuro nuevas tecnologías que permitan a nuestros clientes implementar nuevos sistemas de recuperación de energía, optimizar la cantidad de reactivos químicos que se utilizan para poder producir agua, entre otros factores que vuelven el proceso más amigable con el medio ambiente.
En este sentido, las compañías pueden optar por la optimización de plantas previamente construidas, o el diseño de una nueva (en caso de no tenerla), las cuales equipamos con equipos de última generación en cuanto a monitoreo de calidad de agua. Además, al momento de definir alternativas, tomamos en cuenta las demandas sociales de los pobladores de la zona, lo que nos exige innovar constantemente para ofrecer también a ellos soluciones más sustentables.
¿Considera que Chile ha aumentado requerimientos de soluciones que vayan en el camino de la sustentabilidad?
La minería es el principal foco productivo del país, y frente a la actual crisis, la industria minera ha sabido interpretar la situación que tiene alrededor, y esto lo podemos ver tanto en proyectos culminados, como en proyectos en desarrollo y aquellos que se encuentran en licitación y/o estudio.
Todo indica que la disponibilidad de agua desalinizada como vehículo para volver más sustentable el negocio minero dan un mensaje de que la respuesta ha sido positiva.
En el año 2019, el incremento en capacidad instalada para poder desalar agua fue de un 30% a nivel nacional en el sector minero.
En números generales, el 75% de la capacidad instalada en el país para desalinizar agua está siendo ocupado actualmente por el sector minero, quedando un 25% para el consumo humano, que podríamos pensar que es poco, pero si lo comparamos con otros países de Sudamérica, Chile está en los primeros lugares del ranking.
Esto es un buen mensaje de que el país está avanzando en una preparación para un ambiente más complejo en el futuro.
De acuerdo a estos proyectos de construcción, podemos proyectar que la capacidad instalada de desalación va a incrementarse hasta crecer un 46% aproximadamente, y en el futuro la tendencia indica que este porcentaje será cada vez mayor. En este sentido, la respuesta del sector minero es positivo. Hablamos de mega proyectos por venir en el país. Esto no solo apunta al área de desalación de agua.
Black & Veatch hemos visto cómo la industria está “repensando” cómo optimizar el uso de agua en el proceso productivo del cobre. Podemos citar, por ejemplo, análisis que se están ejecutando en este momento para implementar nuevas tecnologías en cuanto a la filtración y recuperación de aguas de infiltración en los tranques de relave, u optimizar la reutilización de agua en los sistemas de filtrado en las últimas etapas antes del despacho de concentrado de cobre hacia el cliente final. Estos sectores también están internándose para construir una industria más sustentable.
Sin embargo, y a pesar de que la tecnología ha avanzado significativamente, aún los costos de producción de agua desalada son relativamente importantes si se compara con el uso de aguas continentales u otros. En este sentido, el factor económico debe desarrollarse un poco más para que el acceso a agua desalinizada tenga mayor amplitud.
¿Cómo ve el panorama a mediano y largo plazo para el sector?
Los clientes mineros han entendido que, si quieren aumentar y/o mantener la producción, tienen que pensar en alternativas que necesariamente tienen que ser sustentables, basados en que “no hay más acceso a aguas para procesos industriales”, entendiendo que las aguas continentales están viéndose reducidas año a año, tenemos una alta demanda de agua para la población y distintas empresas que, por el momento, no pueden tener acceso al uso de agua desalinizada para sus procesos (por factor costo), lo que implica una proyección de que, al 2040, la producción de agua de forma sustentable tiene que seguir creciendo.
Esta tendencia se evidencia en la cantidad de proyectos que actualmente están en etapa de licitación y/o estudios, por lo que, en Black & Veatch vemos un escenario bastante positivo, y desafiante, ya que, al seguir implementado estas soluciones, debemos “seguir mejorando, volver los procesos cada vez más verdes y más competitivos para que puedan ser adquiridos por medianas empresas”.