Por medio de una Declaración Pública, el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco) se sumó al debate que se ha generado respecto a la licitación del litio que llevó a cabo el gobierno.
Es así como la entidad manifestó su preocupación “por la forma en que se ha desarrollado esta licitación de cuotas de producción de Litio, al final de un gobierno, sin una política nacional de Litio clara, que permita la coordinación de las diferentes instituciones públicas con competencias en la materia (SEIA, DGA, CChEN, Cochilco, Sernageomin, Conadi, etc). La ausencia de una política pública clara y conocida por los chilenos ha quedado de manifiesto en el pasado y nuevamente en esta oportunidad, transformando la minería de litio de nuevo en un campo de batalla político”.
En esa línea, indicó que “el trabajo de consenso sobre la explotación del litio lo estaba desarrollando hasta 2018, el Comité de Minería No Metálica (CMNM), instancia formada y alojada en Corfo y basada en las recomendaciones de la Comisión del Litio publicadas en 2016. El rol del CMNM se enfocaba en la gobernanza de los salares, en desarrollar importantes estudios hidrogeológicos de las cuencas, en el perfeccionamiento de la legislación de los Contratos Especiales de Operación (CEOL), y en varios otros aspectos. Toda la información elaborada por dicho Comité no ha sido publicada y Chile no la conoce, ya que el trabajo del Comité se vio interrumpido luego de que Corfo, a mediados de 2018, transfiriera las funciones y competencias del CMNM al Ministerio de Minería, al mismo tiempo que muchos de los profesionales que trabajaban en dicho Comité cesaran en sus cargos”.
Junto con ello, Cesco expresó que “la demanda por los productos de litio crecerá a tasas por sobre el 10% anual en los próximos años, y es dudoso que ésta sea eterna, por lo que es muy importante que Chile cuente con una estrategia para actuar en el corto y mediano plazo y no siga perdiendo participación en su producción frente a otros países que están creciendo en términos de capacidad productiva y agregación de valor. Tenemos las mejores reservas del mundo de este mineral y no hacer un esfuerzo de consenso estratégico tiene grandes costos que son evidentes y otros que no lo son tanto (costos de oportunidad)”.
“Invitamos al Gobierno electo a promover una política que incentive prontamente el crecimiento de la explotación del litio en Chile, dada la creciente demanda. Para ello se requiere que, como país, desarrollemos una estrategia consensuada que unifique criterios para el desarrollo de este sector, tomando en consideración las complejidades de los Salares y sus ecosistemas”, señaló la institución.
Junto con recalcar que “de otro modo, la minería en general tendrá que acarrear una vez más sobre sus espaldas, el costo de conflictos políticos que son evitables, en un momento clave, donde el país requiere urgente de consensos en torno a su principal industria”.