Algoritmos de inteligencia artificial complementada con experiencia de profesionales de experiencia en el área privada y pública, son parte del desarrollo de una herramienta digital que busca apoyar y mejorar la gestión en una de las áreas más críticas de las compañías mineras e industriales, como es la evaluación y clasificación de incumplimientos ambientales.
Se trata del sistema “SEyCIA”, Sistema de Evaluación y Clasificación de Incumplimientos Ambientales, el que ya está registrado en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi), el que entre otros objetivos permite minimizar los riesgos y anticipar potenciales multas que puedan afectar la continuidad operacional y la licencia social para operar.
De esta forma, “SEyCIA” se hace parte de uno de los principales desafíos que tiene la minería en Chile: por un lado, buscar nuevas formas de habilitar el negocio en un contexto jurídico más restrictivo y complejo aplicando tecnologías y sistemas digitales inteligentes; y además, fortalecer la licencia social para operar, generando controles que permitan anticipar sanciones y/o multas que más allá del aspecto económico, debilitan el capital reputacional y generan desconfianza en las comunidades y grupos de interés.
En este sentido, Cumplimiento Ambiental SpA, junto con la innovación “SEyCIA”, creó y elaboró una metodología que permite a este software inteligente ejecutar una ecuación matemática y, con ello, clasificar según gravedad los incumplimientos de compromisos establecidos en los permisos ambientales de las empresas, el cual incorpora los elementos constituyentes de ésta, utilizados por la autoridad fiscalizadora, como es el caso de “características del incumplimiento, efectos a componentes ambientales, potencial de daño y peligrosidad de la afectación”, entre otras.
Mejorar la gestión socio ambiental
Boris Cerda, uno de los creadores del sistema y gerente de Cumplimiento Ambiental, explicó que para enfrentar estos desafíos y problemáticas socio ambientales que pueden afectar la reputación y continuidad operacional de la industria, “el sistema inteligente “SEyCIA” otorga una solución eficaz al respecto. Nuestra herramienta digital, basada en algoritmos de inteligencia artificial, permite a las empresas que cuentan con permisos ambientales evaluar sus incumplimientos y clasificarlos según su gravedad, considerando los criterios que utiliza la autoridad ambiental para sancionarlos, como es el caso de la SMA”.
El experto puntualizó que “con esta herramienta inteligente estamos en condiciones de determinar estrategias jerarquizadas para su corrección, optimizando su gestión y comportamiento ambiental, evitando con ello la generación de efectos ambientales significativos y el resguardo de la continuidad operacional y presupuestaria de la empresa”.
Destacó que “la metodología de trabajo, entre otros pasos, considera la definición del incumplimiento a la obligación del compromiso ambiental, evaluación del incumplimiento considerando los criterios utilizados por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), ejecución del algoritmo matemático único y exclusivo, clasificación del incumplimiento ambiental según gravedad establecida en la Ley Orgánica de la SMA, y estimación de multa potencial que podría cursar la autoridad ambiental”.
Impacto en el negocio
Sobre el impacto que estas innovaciones pueden tener en los procesos de sostenibilidad, accountability y en el negocio, Boris Cerda precisó que con la creación de la SMA se inició un nuevo ciclo en materia de fiscalización y sanción en Chile: “se fortaleció el sistema de fiscalización ambiental, instaurando un modelo de rectoría técnica, de coordinación y de planificación, a cargo de la SMA, otorgándole mayor eficiencia y eficacia en su ejercicio y, por otro lado, se instauró un modelo sancionatorio, caracterizado por el aumento de las sanciones (multa hasta 10.000 UTA”).
“El nuevo modelo de fiscalización y de sanción reposa en importantes facultades intrusivas, por ejemplo, la facultad de paralizar o clausurar una instalación con la finalidad de tutelar el medio ambiente, en el caso que este se encuentre en riesgo o derechamente afectado, por lo que nuestro sistema aparece como una importante herramienta de apoyo, control y anticipación para tal efecto”, expresó.
En este contexto, Boris Cerda manifestó que “el problema práctico y técnico radica entonces en que, actualmente, las empresas poseedoras de múltiples permisos ambientales no tienen certeza respecto al estado de cumplimiento de sus obligaciones, existiendo un alto riesgo de presentar incumplimientos como también la probabilidad de que estos generen efectos significativos sobre componentes ambientales críticos, tales como especies, recursos, áreas de valor e incluso sobre la salud de la población, pudiendo incluso generar daño ambiental”.
Lo anterior, a juicio de Cerda, determinaría un escenario de fragilidad e incertidumbre técnico – jurídica relevante que se puede anticipar con el sistema inteligente “SEyCIA”. “La industria, al no contemplar estos sistemas inteligentes y de anticipación, y no disponer de una metodología concreta y eficaz para evaluar, clasificar y jerarquizar los riesgos ambientales, así como del potencial de castigo por parte de la autoridad ambiental, se expone, por ejemplo, a multas cuyos montos de sanción pueden significar poner en jaque la continuidad operacional y presupuestaria de la empresa, entre otras problemáticas, a la que se suma la afectación reputacional y el riesgo de perder la licencia social y legal para operar”, concluyó.