Conscientes del protagonismo que tiene la producción y exportación de cobre chileno, en un escenario que proyecta que la tendencia por la producción de concentrados siga en aumento con una participación de mercado de un ~70% hacia el año 2030, es relevante analizar el panorama que involucra avanzar en la utilización de fundiciones y refinerías, para obtener cátodos de cobre refinados, así lo deja ver el Informe Mercado de Fundiciones 2022, realizado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
El documento elaborado por la institución minera exhibió que “las fundiciones de países asiáticos son las más eficientes con valores entre 86 – 76 % de utilización, mientras las chilenas se encuentran en torno a un 71%. Asimismo, detalla que, en términos de costos directos, las fundiciones en Chile muestran baja competitividad respecto a otras en el mundo, sus costos están sobre el promedio de la industria del mercado de fundiciones”.
A la vez, el reporte reveló que “en el mercado global de concentrados se generaron 21,3 Mton de cobre mina, donde Chile lidera con una participación de 27%. De este cobre, se exporta como concentrado un 67% hacia China y 23% a otros países asiáticos, además para la exportación de refinado chileno también China es el principal importador con un 33%. La proyección es que el concentrado exportado chileno aumente a un 70% hacia el año 2030”.
Análisis
Al profundizar sobre el funcionamiento del segmento de Fundición y Refinería en Chile, el presidente del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCh), Sergio Demetrio, destaca -entre otros aspectos- que “las fundiciones y refinerías nacionales están complicadas, todas, debido a que sus costos son demasiado altos para ser realmente competitivas en el mercado mundial del procesamiento de concentrados. Procesan apenas como 5 Mts/a, menos del 30% del total país, a pesar de la tremenda ventaja que tienen al estar muy cercanas a los productores de concentrados y ahorrar transportar por mar más del 70% de su peso bruto”.
Añade que “muchos hablan de tecnología obsoleta, culpa que se focaliza en el uso de reactores de “fusión en baño” (CT/Noranda), lo que no es correcto, pues esta tecnología no es que esté obsoleta, sino que en nuestro país se quedó estancada desde fines de los 90 (…) Retomar el camino perdido es algo imprescindible, pudiendo modernizar y ser nuevamente top mundial acudiendo tanto a la innovación propia -capacidad potencial hay-, o adquiriendo los avances que ha tenido en China la fusión en baño”.
Continué leyendo el reportaje central de la edición de noviembre en el siguiente enlace MINERÍA CHILENA.
