En esta entrevista con MINERÍA CHILENA, el gerente general de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Richard Araya, expone entre otras aristas, hacia dónde apunta su foco de trabajo, la relevancia de la gremial para la gran, mediana y pequeña minería, como asimismo un análisis sobre la producción nacional y el futuro de la industria minera chilena.
Dada su extensa trayectoria en la industria minera, ¿podría compartir qué lo motivó originalmente a involucrarse en este sector y cómo ha evolucionado su relación con la minería a lo largo de los años?
Para mí, han habido muchas motivaciones, desde la familiar, en la que mi abuelo participó en la minería del carbón en el sur de Chile, por otro lado, desde el punto de vista profesional, desde mi juventud, tuve la oportunidad de involucrarme en proyectos de ingeniería en Exxon, lo que me permitió explorar mi pasión por la construcción y la ingeniería desde temprana edad.
Desde pequeño me llamó la atención poder combinar ingeniería y administración.
Específicamente en la minería puedo decir que, a lo largo de los años, mi participación en el sector se ha convertido en una fuente de enriquecimiento profesional. Desde la aplicación de conocimientos técnicos en mantenimiento, proyectos y construcción, he contribuido y he sido testigo del progreso técnico global.
En su rol como Gerente General de Sonami, se enfrenta al desafío de representar a pequeños, medianos y grandes productores con intereses variados. ¿Cómo planea abordar y armonizar estos intereses divergentes para fortalecer el gremio en su conjunto?
La Sonami es una organización gremial con 140 años de existencia, la cual agrupa a los principales actores privados de la industria minera que van desde las Asociaciones mineras regionales, que representan los intereses de pequeños productores, hasta empresas medianas y grandes, metálicas y no metálicas.
Aquí todos ellos tienen una voz, la cual debemos escuchar. De forma general, todos los empresarios mineros persiguen los mismos propósitos en su quehacer productivo: realizar una actividad sustentable, con los mejores índices en seguridad minera y en un ambiente armónico para crecer y desarrollase.
En lo particular, los asociados se desenvuelven de manera autónoma y requieren de la representatividad de Sonami en aquellos temas que deben ser planteados de forma conjunta, al ser éstos transversales. Las necesidades de cada uno de estos estamentos (pequeños, medianos y grandes) son distintas, pero no por ello menos válidas. Por el lado de los medianos y grandes socios, ellos tienen una gran cantidad de profesionales altamente capacitados que apoyan su actividad minera, por lo que en general tienen una gran respaldo” que les permite operar de forma independiente. En el caso de los pequeños mineros, la atención de Sonami es mayor debido a las particularidades de este sector que, adicionalmente, presenta otro tipo de necesidades y que también requieren ser planteadas a través de este organismo gremial.
La manera de cómo me he planteado abordar los desafíos de estos tres grupos de empresarios, es siguiendo las directrices superiores del gremio como son su visión, misión, metas y objetivos.
Además, basándome en el plan de trabajo de la actual Mesa Directiva, que es el sello que quiere imprimir a su gestión gremial.
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