Los últimos informes de producción dados a conocer por Antofagasta Minerals y Anglo American, dieron cuenta del impacto que está generando la escasez hídrica en sus operaciones, ante lo cual, las diversas compañías mineras presentes en Chile están recurriendo a diversas estrategias, con el fin de poder garantizar su disponibilidad hídrica, entre las que destaca el uso de agua de mar.
Camila Montes, analista de Estrategias y Políticas Públicas de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), detalla que “los proyectos que vienen con agua de mar de acá a 2025 son 10: siete son nuevos y tres son ampliaciones o reemplazos de acueductos en proyectos que ya están funcionando”.
Destaca que “en poco tiempo más ya deberían haber varios nuevos, esa es la medida y la solución que ha tomado la industria minera. Pero también hay otras medidas que se pueden tomar, y son soluciones más rápidas de concretar, como la eficiencia y la optimización, y también la reutilización de las aguas en la misma operación. Estas son soluciones que se pueden aplicar de manera más rápida”.
“También podemos abastecernos con nuevas fuentes que no sean solamente agua de mar. Existen las aguas servidas tratadas, y allí es donde también se hace hincapié en el informe “Proyección de consumo de agua en la minería del cobre”, que es importante definir el marco legal de estas aguas”, asegura.
Consultada respecto a la importancia de avanzar en materia de infraestructura compartida, la especialista menciona que “es uno de los puntos que hemos levantado, tanto en el informe de consumo como el de proyección de agua, que vemos que la infraestructura compartida es algo que se tiene que tomar en consideración, y sobre todo, como vimos que en la mediana minería tenían muchos menos proyectos de agua de mar, en comparación con la gran minería. Entonces, hay un punto en que podría darse esta colaboración dentro del sector, y también, por qué no, crear plantas que puedan ser multisectoriales, no sólo para el sector minero”.