A través de una declaración pública, Minera Escondida se refirió a la multa de más de $6.600 millones que le impuso la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), luego que la entidad fiscalizara indicara que acreditó el impacto sobre las aguas subterráneas que sostienen el ecosistema en las Vegas de Tilopozo, en el Salar de Atacama, con afectación significativa de éste, configurándose daño ambiental.
La compañía expresó no compartir la resolución de la Superintendencia de Medio Ambiente y reiteró su rechazo a la existencia de un supuesto incumplimiento de los compromisos adquiridos en la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) N° 1/1997, que habilitó la extracción de agua en Monturaqui entre los años 1998 y 2019. Tras enterarse de esta resolución, la compañía indicó que se encuentra evaluando los cursos de acción a seguir.
Escondida reiteró que en ningún momento sobrepasó lo aprobado en la RCA en la zona de las Vegas de Tilopozo, tal como se ha reportado a la autoridad de manera semestral desde 2001, indicó. “Existe una discrepancia técnica con la autoridad, lo que es contradictorio con la RCA 01/1997 y con la práctica regulatoria de cerca de 20 años en el caso”, expresó.
La minera manifestó que cesó de manera definitiva la extracción de agua de acuíferos altoandinos el 31 de diciembre de 2019, señalando que actualmente opera solo con agua desalada como resultado de una estrategia hídrica que involucró una inversión sostenida durante 15 años en plantas desalinizadoras.