La pandemia provocó fuertes retrocesos en varios aspectos laborales y económicos, uno de ellos fue el sector minero que, durante 2020, generó una disminución del 0,8% en la producción de cobre, sin embargo, aumentó su exportación en un 8,3% debido al aumento de su precio.
Este sector productivo representó el 15% del PIB nacional en 2020 y más del 60% de las exportaciones, por lo que monitorear los casos de posibles contagios se hace fundamental para su continuidad. “Contar con Co-Watch nos ha permitido ser más certeros y precisos en nuestra trazabilidad, esta herramienta entrega de manera concreta quiénes son contactos de riesgos frente a una situación Covid. El uso potencial que tiene la tecnología en un futuro, acabada la pandemia, es muy variado”, señaló Juan Varas Medalla, director Covid-19 de la Gerencia de seguridad y salud ocupacional de la División Andina de Codelco.
Y es que con una nueva variante circulante, denominada ómicron, el mundo ya se encuentra un poco más preparado, pero el avance tecnológico debe continuar y no quedarse sólo para una crisis como la actual.
“El monitoreo no es un control de personas, es más bien una protección, para entablar datos de trazabilidad, posibles accidentes laborales y tiempos efectivos de trabajo. Nuestra pulsera inteligente nació producto de la pandemia como solución, pero hoy representa una necesidad en las mineras”, señaló José Reyes, director de Vigalab.
El sistema Co-Watch, programado por el equipo de Vigalab, fue diseñado como solución a la trazabilidad del Covid-19, sin embargo, su tecnología evolutiva logró ampliar su funcionalidad a la seguridad de las minas de forma general, permitiendo identificar conductas, salidas y entrada de los trabajadores de zonas de riesgo en tiempo real. Algunas de las operaciones que cuentan con esta tecnología son Chuquicamata, Andina, Salvador, Gabriela Mistral, Radomiro Tomic, Ministro Hales y Ventanas.
Pero no solo abarca a las personas, los datos bajo tierra habitualmente suelen perderse por la falta de conectividad. Vigalab creó Mine-Watch, sistema que sin la necesidad de conexión ni energía logra modernizar equipos, solucionando el problema. Su implementación se realizó en la mina de oro Pullally, convirtiéndose en la primera mina de oro chilena en contar con esta tecnología que da visibilidad a la operación subterránea.