El mandatario afirmó que es “absurdo” que la minería esté prohibida en el país que posee los yacimientos de oro “con mayor densidad por km2 en el mundo”.
Tras acabar con la violencia de las pandillas, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, asumió un nuevo reto rodeado de polémica: reintroducir la minería, prohibida desde 2017, para transformar una economía de lento crecimiento.
El mandatario afirmó que es “absurdo” que la minería esté prohibida en el país que posee los yacimientos de oro “con mayor densidad por km2 en el mundo”, por lo que pedirá al Congreso, controlado por su partido, que derogue esa ley.
“Estudios realizados en solo el 4% del área potencial identificaron 50 millones de onzas de oro, valoradas hoy en US$ 131,565 millones. Esto equivale al 380% del PBI”, publicó Bukele en la red X el 27 de noviembre, sin revelar la autoría de esas indagaciones.
“Si hacemos una explotación responsable de nuestros recursos naturales podemos cambiar la economía de El Salvador de la noche a la mañana”, declaró días después.
“Tremendo riesgo”
Los anuncios de Bukele encendieron alarmas y unos 300 activistas, entre ellos unos sacerdotes franciscanos, se manifestaron este martes afuera del Congreso.
Los manifestantes entregaron una carta al Legislativo suscrita por el Foro Ecuménico (que aglutina a las iglesias católica y protestantes) y una docena de oenegés, que afirma que reactivar la minería sería “una decisión irresponsable”.
“Una cosa es poner una mina en el desierto de Atacama [en Chile] y otra es abrir una mina a cielo abierto en Chalatenango (norte de El Salvador], donde tenemos una alta densidad de población, donde están las pocas reservas forestales” del país, dijo a la AFP el activista Pedro Cabezas.
“El efecto [nocivo] se multiplicaría en todo el territorio salvadoreño”, agregó el líder de la Alianza Centroamericana Frente a la Minería.
La universidad estatal de El Salvador pide mantener prohibición a la minería metálica
La estatal Universidad de El Salvador (UES) instó este martes al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, a desistir de la idea de autorizar la minería metálica en el país porque los riesgos para la salud de la población y el medioambiente son “reales e innegables”.
“Exhortamos al presidente de la República y demás órganos del Estado a desistir de la idea de autorizar la exploración, explotación, extracción y procesamiento de minerales metálicos en El Salvador”, señaló un pronunciamiento de la Asamblea General Universitaria (AGU), máxima autoridad del centro de estudios.
La UES indicó en una misiva que “aunque esta industria podría ofrecer beneficios económicos a ciertos sectores, los riesgos asociados con la contaminación, los daños a la salud y la degradación ambiental son reales e innegables, y en muchos casos, irreversibles”.
“La exposición a metales pesados y químicos utilizados en la minería puede causar enfermedades graves, como insuficiencia renal, problemas respiratorios, trastornos neurológicos e incluso cáncer”, advirtió la UES.
Señaló que el oro que se puede encontrar en el subsuelo salvadoreño “es en gran medida oro de baja densidad”, por lo que para extraer un gramo se necesitaría pulverizar de 10 a 20 toneladas de roca.
“Si se dice que el potencial minero es de 50 millones de onzas de oro en el subsuelo, es fácil calcular que se tendrá también como subproducto, al menos 500 millones de toneladas de desecho contaminado”, subrayó.
A inicios de diciembre, Bukele pidió a los salvadoreños que confíen en su Gobierno para permitir la minería metálica, prohibida desde 2017, porque “lo vamos hacer bien y vamos, no a cuidar el medioambiente, vamos a mejorar el medioambiente”.
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