Tanto en la minería como en otros sectores económicos, se está trabajando constantemente para proteger el medio ambiente. Las iniciativas para reducir el cambio climático van creciendo a pasos agigantados y una de estas, busca remediar los suelos y aguas subterráneas para eliminar sus contaminantes.
Esta realidad es abordada en el libro Chile Polimetálico 2021, donde se incluyó el Manual de tecnologías de Remediación de sitios contaminados, de la Fundación Chile y Corfo, en el que se busca establecer las bases de una estrategia nacional para la diversificación de la minería chilena, además de buscar alternativas que atenúen lo más posible su impacto tanto en el entorno natural como en las comunidades.
Las tecnologías de remediación de suelos y aguas subterráneas comprenden todas las operaciones que tienen por objetivo reducir la toxicidad, movilidad o concentración del contaminante que se encuentra presente en el medio ambiente, mediante la alteración de la composición de la sustancia peligrosa, a través de remediaciones químicas, físicas o biológicas.
Actualmente se dispone de tecnologías de remediación en sitios contaminados, diseñadas para aislar las sustancias contaminantes. En el contexto mundial, las iniciativas asociadas a recuperación de elementos de valor producto de la aplicación de tecnologías de remediación ambiental no son muy comunes.
En la revisión de casos prácticos de aplicaciones de este tipo se destacan las siguientes:
-Tecnología de aire seco aplicado a minerales, que no utiliza agua ni químicos y que no genera polvo durante su procesamiento. Funcionando con equipos portátiles de concentradores de aire seco, un equipo patentado por una empresa de E.E.U.U. (Vortex Technologies) desarrolla una clasificación selectiva de los minerales seleccionados y produce un concentrado a partir de estos materiales. Esta tecnología no utiliza agua, no contiene productos químicos y no produce polvo mientras logra el proceso de concentración (procesamiento).
-Tecnologías para la recuperación de suelos mediante desorción y solubilización de contaminantes presentes en el suelo mediante lavado con extractantes químicos. El suelo excavado es separado físicamente por tamizado, densidad o gravedad para eliminar partículas gruesas con poca capacidad de adsorción. Posterior al tratamiento, el suelo se vuelve a lavar con agua para eliminar los contaminantes y agentes extractantes residuales. Los metales y elementos de valor eliminados producto del lavado del suelo pueden ser recuperados mediante métodos hidrometalúrgicos.
En Chile, gran parte de los proyectos de remediación se han ejecutado en el marco del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). El Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, Decreto N° 40/2013 del Ministerio del Medio Ambiente, establece el tipo de proyectos o modificaciones que deben someterse a una evaluación de sus impactos, incluyendo la descripción de la etapa de cierre de los proyectos, así como los planes de seguimiento ambiental y de emergencia.
En particular, los proyectos de saneamiento ambiental deben someterse al Sistema de Evaluación Ambiental, según lo establecido en el Literal o) del Artículo 3 del Reglamento del SEIA, que corresponde a proyectos de saneamiento ambiental; literal o.11) recuperación de suelos que contengan contaminantes y que abarquen una superficie mayor a 10.000 m2 , los cuales son evaluados sobre la base del documento guía de apoyo elaborado por el Ministerio del Medio Ambiente.
Estas técnicas son transversales a todos los sectores, pero en minería por ejemplo, se pueden aplicar en un relave minero utilizando la técnica de electro remediación con el objetivo de aumentar la eficiencia de remoción de cobre.