En el barrio industrial La Negra, ubicado al sur de Antofagasta, trabajan a diario a unas 12 mil personas en las distintas empresas que se han establecido allí, las que generan desarrollo económico a la Región de Antofagasta y al país, cumpliendo con los estándares más altos de la industria, pero en condiciones tan complejas como sorprendentes: no hay una empresa sanitaria que los provea de los servicios de agua potable y alcantarillado.
Los años han pasado y los propios empresarios comentan que han tenido que invertir en un precario sistema para obtener agua y saneamiento para sus trabajadores.
El director ejecutivo del Centro Industrial y Empresarial La Negra, José Cornejo, explicó la situación: “Hay que decir que este barrio industrial no es un terreno rural, sino urbano y por eso no entendemos por qué nunca la empresa sanitaria ha querido otorgar el servicio. Actualmente, hay más de 300 empresas en el barrio industrial y las mayores dificultades son no tener agua potable ni alcantarillado, porque esta condición hace que tengamos que comprar bombas de aguas, estanques de almacenamiento, que tengamos que invertir en pequeñas plantas de tratamiento de aguas grises y comprar agua en camiones aljibes, todo lo cual es demasiado caro. Muchas empresas que iniciaron sus actividades acá se fueron porque no pudieron costear el servicio de saneamiento”.
Tarifa
La Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) informa en su página web que, para Antofagasta, Tocopilla y Mejillones, un metro cúbico de agua potable, en un periodo no punta, tiene una tarifa de $1.680,20. Sin embargo, una empresa ubicada en el barrio industrial La Negra paga hasta $15.000 por metro cúbico de agua que es llevado al sector por un camión aljibe desde Antofagasta, es decir, casi nueve veces más.
“Acá tenemos una dotación de 50 personas y mensualmente, sin contar con el gasto en mantención de los dos estanques y la pequeña planta de tratamiento que tuvimos que comprar, gastamos hasta $1.200.000 sólo en consumo de agua potable, sin contar con el alcantarillado, que también es con dinero de los empresarios”, sostuvo Patricio Jiménez, gerente general de Hidromec.
Sin perjuicio de lo anterior, Pamela Garrido, gerenta general de Emesec, comentó que tener agua potable y alcantarillado es aún más complejo, porque se necesitan resoluciones sanitarias que les permitan operar. “Si no tienes el sistema sanitario y además bien regulado, no puedes funcionar como empresa. Es increíble porque tuvimos que hacernos cargo de un tema que debería estar resuelto por una sanitaria”, destacó.
Patricio Jiménez es aún más drástico con el escenario. “Es increíble que seamos proveedores de clase mundial sin agua ni saneamiento. Nos da vergüenza invitar a inversionistas extranjeros y, las veces que han venido, se sorprenden por la precariedad donde trabajamos”, indicó.
Proyecto CRAMSA
José Cornejo explicó que durante años han tratado de llegar a acuerdo con autoridades y proyectos sanitarios para tener el servicio. “Yo no sé por qué no quieren traer el servicio, quizás no es negocio para ellos, creo que porque poner red de alcantarillado es demasiada inversión. Sin embargo, hoy está la posibilidad de que otra sanitaria nos dé el servicio que hemos esperado por años. Esperamos que el proyecto CRAMSA se concrete lo más pronto posible, sería un gran aporte si se hiciera realidad”, manifestó.
En efecto, el proyecto de agua y saneamiento CRAMSA se está tramitando desde hace tres años en la SISS e involucra poder otorgar los servicios de agua potable y alcantarillado a toda el área del barrio industrial La Negra, como también al sector norte de Antofagasta y al contorno de Calama, donde también se encuentra otro barrio industrial: Puerto Seco.
“Queremos un barrio industrial fuerte, que dé orgullo a Antofagasta como un sector de clase mundial y eso parte por lo básico, que es tener agua potable y alcantarillado. Estamos en la capital minera del mundo y se habla de sustentabilidad, producción limpia y una serie de cosas, pero no es tan así actualmente”, concluyó Patricio Jiménez.
Por su parte, Pamela Garrido expresó que la llegada de una sanitaria es un anhelo. “Sería un sueño cumplido que una sanitaria nos dé el servicio de agua potable y alcantarillado que se nos han negado por décadas y vamos a apoyar a los proyectos que vengan y cubran esta necesidad de servicios básicos. No es posible que más de 12 mil personas queden los fines de semana sin agua. Esto debió ser mucho antes y ahora tenemos una oportunidad que vamos a ayudar a impulsar”, señaló.