Glencore informó que, a través de sus operaciones Lomas Bayas y Complejo Metalúrgico Altonorte, junto a Econssa Chile, empresa encargada de asegurar servicios de agua potable y saneamiento, ha logrado consolidar un modelo de circularidad hídrica, que permitirá a la minera operar sin utilizar agua continental ni proveniente de plantas desalinizadoras.
La iniciativa, cuya inversión total es de US$300 millones, de los cuales Glencore aporta una fracción, contempla la construcción de la planta modular de tratamiento de aguas servidas con una capacidad final de 900 litros por segundo, la más grande de Latinoamérica, ubicada en el sector Nudo Uribe de Antofagasta. Su ejecución está programada para iniciar en 2025, con su fase de ingeniería de detalles.
El proyecto permitirá reutilizar aguas residuales tratadas provenientes del consumo humano para los procesos industriales, lo que contribuirá a reducir el uso de agua continental y desalinizada.
Innovación y sostenibilidad
Pablo Carvallo, gerente general de Compañía Minera Lomas Bayas, destacó que “en Glencore tenemos la convicción de que la reutilización de agua es el camino para una minería sostenible que genera beneficios ambientales, económicos y sociales. Con esta estrategia, transformamos un recurso que antes se vertía al mar en un insumo valioso, aliviando el estrés hídrico en la Región de Antofagasta, aportando soluciones concretas a uno de los desafíos más críticos del siglo XXI, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y contribuyendo a un desarrollo sostenible para la industria y al bienestar de comunidades locales”.
Desde la compañía manifestaron que este proyecto responde a un desafío urgente: Chile enfrenta una brecha hídrica estimada en 140 m³/s para 2030 y un aumento significativo del estrés hídrico hacia 2040, según el Instituto de Recursos Mundiales y la Política Nacional de Recursos Hídricos. Frente a este escenario, la iniciativa representa una solución que optimiza el uso industrial del agua en todas las etapas del proceso productivo, minimizando el uso de recursos hídricos continentales y reduciendo significativamente la descarga de aguas tratadas al mar.
En ese contexto, aseguraron que el modelo está en plena concordancia con las Estrategias Regionales de Antofagasta y la visión corporativa de Glencore, orientadas a promover el desarrollo de ciudades y comunidades sustentables, fomentar el empleo local y fortalecer un polo de conocimiento regional con proyección global. La alianza público-privada entre Glencore y Econssa fortalece la integración entre empresas regionales, aumentando su participación de valor en la minería y promoviendo la contratación local.
“Valoramos este contrato que nos permite implementar un proyecto de reúso de aguas servidas en Antofagasta, beneficiando a múltiples clientes, entre ellos Glencore. Este es un ejemplo significativo de economía circular que impulsa la sustentabilidad en el norte de Chile, y además posiciona a la Región de Antofagasta como un polo de innovación en gestión hídrica responsable”, subrayó Álvaro Arroyo, gerente general de Econssa Chile.
Desde la minera mencionaron que el Complejo Metalúrgico Altonorte, también propiedad de Glencore, ha perfeccionado el uso de aguas servidas tratadas durante más de dos décadas y proyecta llegar al 100% de uso para 2028, aportando experiencia y solidez técnica al proyecto de Lomas Bayas.
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Proyecto de Glencore y Econssa asegura agua en minería sin usar fuentes continentales