En plena etapa de evaluación ambiental se encuentra el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del Proyecto DMH Futuro, iniciativa que busca dar continuidad operacional de la división Ministro Hales hasta el año 2054, junto con cumplir los estándares ambientales vigentes.
Desde Codelco destacaron que una de las novedades que ha tenido este proceso es que se inició de manera voluntaria un proceso de diálogo anticipado con las organizaciones sociales y comunidades indígenas, el cual comenzó en noviembre de 2022 y en el marco del cual se ejecutaron más de 120 talleres, reuniones y casas abiertas y puerta a puerta en diferentes localidades de la Región de Antofagasta, y en los sectores norte y norponiente de Calama.
En esa línea, resaltaron que en el contexto de la Participación Ciudadana Anticipada (PACA), fueron parte del proceso más de 90% de organizaciones territoriales de Calama y 77% de Grupos Humanos pertenecientes a pueblos indígenas y 5 organizaciones de carácter agrario y social.
Respecto a lo anterior, Cristhian de la Piedra, gerente de Sustentabilidad del Distrito Norte, explicó que “hoy nos encontramos en la etapa reglada de participación ciudadana liderada por el Servicio de Evaluación Ambiental. Sin embargo, este proceso informativo y de diálogo con las comunidades y autoridades partió mucho antes, con el objetivo que la comunidad pudiera conocer del proyecto, sus eventuales impactos, y donde también tuvieran la oportunidad de expresar sus preocupaciones, expresar sus ideas y entregarnos propuestas”.
Asimismo, en la línea de base de Medio Humano que exige el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, participaron en el levantamiento de información primaria, a través de entrevistas, 73 organizaciones territoriales, sociales y funcionales de Calama y 31 comunidades indígenas de Calama.
Desde Codelco detallaron que este diagnóstico también consideró 15 estudios antropológicos y se ofreció apoyo de financiamiento de equipos técnicos y participación ciudadana en la construcción de la línea base a comunidades y asociaciones indígenas.
El proyecto
La iniciativa, cuyo objetivo es mantener la actual operación donde laboran más de 3.800 personas, considera mantener y aprovechar al máximo toda la infraestructura actual disponible, a través del fortalecimiento de la operación, con procesos que buscan la sostenibilidad y desarrollarse en armonía con la ciudad de Calama.
Desde la cuprífera recalcaron que los cambios principales respecto de la actual operación tienen relación con extender y profundizar el actual rajo, aumentar el movimiento total de la mina, incrementar la capacidad de tratamiento de mineral y aumentar la producción de concentrado.
Además, hicieron hincapié en que dentro de sus características claves es que el proyecto está alineado con la estrategia hídrica de Codelco, puesto que no extraerá nuevas aguas continentales o de cordillera para su operación. Sus fuentes de agua provendrán de la planta desalinizadora ubicada en Tocopilla, del sistema de recirculación de aguas del Tranque Talabre y agua comprada a terceros autorizados.
Asimismo, en materia de control de emisiones, el proyecto considera la aplicación de mejoras tecnológicas en el funcionamiento de la mina y la implementación de medidas de mitigación de mayor eficiencia, por lo que el proyecto no desmejorará la situación actual de calidad del aire de Calama.
El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), programó presentaciones en Calama, las que se llevarán a cabo este lunes 16 y martes 17 de octubre.