De acuerdo con datos del Consejo Minero, considerando el total de productos cupríferos exportados desde Chile en el 2021, un 53% correspondieron a concentrados de cobre.
Uno de los aspectos clave para asegurar la exportación de dicho producto, tiene relación con una debida fiscalización técnica, que revise la calidad, cantidad y que tenga un inventario completo de los concentrados exportados y sus condiciones contractuales, detectando posibles elusiones o desviaciones de lo definido por la ley.
Para abordar esta temática, el Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCh) realizó el webinar “Venta de concentrados de cobre, ¿fuga de valores?”, en el cual participaron analistas del Servicio Nacional de Aduanas (SNA), Servicio de Impuestos Internos (SII), Comisión de Chilena del Cobre (Cochilco) y de la minera BHP, quienes detallaron los alcances del proceso de información y fiscalización.
El presidente del IIMCh, Sergio Demetrio, manifestó que “este foro tuvo como objetivo analizar relevantes detalles sobre este proceso de exportación, tales como su transparencia, responsabilidades y procedimientos que cada organismo tiene”.
Control y fiscalización
El director de Fiscalización (S) de Cochilco, Roberto Sepúlveda, explicó que el organismo posee tres asignaciones principales: la revisión de los contratos de exportación, la revisión de Informes de Variación de Valor (IVV) y la determinación de los Precios de Referencia.
“Nosotros debemos fiscalizar la correspondencia del valor con las condiciones de mercado internacional para las exportaciones de cobre y sus subproductos, a través de los Contratos de Exportación y los IVV”, enfatizó Sepúlveda.
A lo anterior se agrega un rol de entrega de asesorías para otras instituciones gubernamentales que participan del proceso, dados los conocimientos técnicos de Cochilco en materia minera. Asimismo, la entidad valida los análisis químicos contrastándolo con los IVV para, de esta manera, chequear los estándares establecidos en los contratos.
Desde la perspectiva de las empresas, Arturo Garretón, Regional Marketing Manager de BHP, explicó que la compañía se basa en “tres elementos fundamentales: el pesaje, el muestreo y el análisis. Con esos tres procesos aseguramos un proceso confiable de venta y respaldo de la misma”.
Garretón añadió que a eso se suman las auditorias de fiscalizaciones y trabajo de laboratorio por parte del SNA, mientras que el SII se encarga de fiscalizar la tributación.
“Como en todos los mercados de commodities que participamos, BHP no solo adhiere a la regulación correspondiente de cada país, sino que además incorpora más protocolos, procedimientos y controles adicionales que garantizan la transparencia y el traspaso de información a las instituciones correspondientes”, mencionó el ejecutivo.
Conforme a lo indicado por Cochilco, ésta cuenta con una copia de los contratos de exportación del total de los concentrados enviados al exterior, pudiendo analizar cada una de las partidas exportadas, con todo el detalle contractual necesario, permitiéndoles entender de manera global los precios y las condiciones contractuales de todas las exportaciones.
Aduanas e impuestos
El jefe del Departamento de Fiscalización del Servicio Nacional Aduanas, Rubén Parra, enfatizó que para ellos es relevante disponer de información anticipada, ya que “puede generar un mejor perfilamiento y gestión de riesgos. Por eso, entre 10 y 15 días antes del embarque, el agente de aduanas nos entrega información clave sobre el proceso de exportación. Esa información llega a los distintos analistas dentro de la red minera del servicio”.
Además, el SNA realiza un examen en laboratorio de algunas de las muestras de los minerales.
Respecto del análisis químico, la jefa del Departamento Laboratorio Químico de Aduanas, Verónica Santoro, hizo hincapié en que el servicio cuenta con 60 metodologías analíticas para productos mineros, de las cuales 17 se aplican a concentrados de cobre.
Conforme a lo explicado, Aduana actúa en base a la obligación legal de muestrear entre un 3% y 10% de las operaciones de exportación de concentrado – obteniendo de esta forma una muestra representativa de todas las exportaciones – logrando una cobertura los últimos cuatro años de entre un 9,1% y un 5,8%, esta última cifra afectada por la contingencia sanitaria.
De igual forma, se comentó que al amparo de la ley de Modernización de Aduanas 20.997 de 2017, se incorporó la posibilidad de certificar a otras instituciones, los organismos de inspección y laboratorios de ensayo. Con esto, estas instituciones podrán realizar las tareas de extracción de muestras representativas, control de peso y determinación de humedad, así como los análisis de laboratorio; quedando sujetas a las facultades disciplinarias del Director Nacional de Aduanas. Estas instituciones deber estar acreditadas por el Instituto Nacional de Normalización y aprobadas por el SNA.
Desde el punto de vista de la tributación y revisión de valores de mercado, Cristián Reyes, de la Subdirección de Fiscalización del SII, expuso que “las directrices OCDE y nuestras normativas nos permiten revisar si los valores transados entre partes relacionadas están a valores de mercado”.
De todas maneras, Reyes explicó que, en el caso de las materias primas, el desafío radica en la presencia de fragmentación en la cadena de valor. Por eso, el SII considera Tratamientos Estructurales, Tratamientos Preventivos y Tratamientos Correctivos.
El funcionario detalló que el nivel estructural, se avoca a una revisión y ajuste de las normas. En el ámbito preventivo, el SII vela por reforzar acuerdos de colaboración con otros organismos públicos. Por último, en términos correctivos, el Servicio de Impuestos Internos realiza auditorías destinadas a profundizar información en caso de notar incumplimientos.