El conflicto bélico en Ucrania, sumado a las restricciones que todavía persisten debido a la pandemia, fueron algunos de los factores que se analizaron durante la Conferencia Mundial del Cobre 2022, evento organizado por el CRU en el marco de la Cesco Week Santiago 2022.
Es así como Ryan Cochrane, Head of Research de Open Mineral, aseguró que “la invasión a Ucrania ha inyectado esteroides al mercado”, haciendo alusión a los efectos que el conflicto bélico ha generado en las proyecciones de demanda y producción, los que se suman al impacto de la pandemia, en especial la política Cero Covid de China.
En esa línea, expresó que la guerra en Europa impulsará la venta de cátodos desde el gigante asiático a Rusia, además de señalar que los ingresos de las fundiciones chinas se han visto afectados.
Sus dichos fueron complementados por Robert Edwards, Managing Consultant de CRU, quien comentó que este conflicto está empujando al alza la inflación, mientras todavía persisten los efectos del Covid, en especial en lo referido a la demanda por el metal rojo y el consumo de cobre refinado.
A ello se suma el que China y Europa concentran el 80% de las exportaciones rusas de cátodos, indicó.
Junto con ello, el especialista expuso que a nivel global se proyecta que el suministro mina de cobre debería crecer en torno a un 3% en los próximos dos años.
Además, mencionó que actualmente los inventarios de cobre se mantienen en niveles especialmente bajos.
Respecto a sus proyecciones para el mercado cuprífero, el experto del CRU indicó que para este año se estima un déficit de 100 mil toneladas de cobre, mientras que para 2023 se registraría un superávit de 104 mil toneladas.
En materia de precios, indicó que para 2022 se proyecta un valor de US$10.646 por tonelada de cobre, mientras que para 2023 sería de US$10.188.