Tres de las normas del proyecto (boletín 17322) de simplificación regulatoria fueron restadas de la redacción previamente despachada por el Congreso Nacional, por la vía de un veto supresivo presentado por el Presidente de la República, el cual abordó este miércoles la Sala de la Cámara de Diputados y que se despachó a consideración del Senado.

En la oportunidad, la Corporación aprobó dos de las tres observaciones (DGA) y rechazó la relativa a humedales prioritarios. Sin embargo, no tuvo los votos necesarios para insistir en el texto previo respecto de dicha norma. Por efecto de esto, al ser un veto supresivo y al no haber acuerdo sobre la materia, se entiende que no habrá ley sobre este punto específico.

El veto apunta a dos áreas. La primera se relaciona con una exclusión de la prohibición general de intervenir humedales a las acciones o infraestructuras públicas necesarias para resguardar la seguridad de la población, la conectividad, la infraestructura hídrica de consumo humano y la conservación misma del humedal, siempre que el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), previa solicitud e informe del Ministerio de Obras Públicas, autorice su ejecución.

Las otras observaciones apuntan a normas atingentes a acciones de la Dirección General de Aguas (DGA). El texto aprobado previamente elimina la prohibición absoluta para que la entidad autorice una nueva explotación en zonas de prohibición, para que pueda autorizarla o denegarla fundadamente.

Asimismo, se incorpora una autorización transitoria para el traslado de derechos de aprovechamiento de aguas superficiales. También respecto de cambios de punto de captación, de manera que no haya que esperar el pronunciamiento definitivo de la DGA para poder hacer uso de los derechos respectivos en el nuevo punto.

Una tercera observación apunta al plazo para la dictación de la DGA de autorizaciones transitorias relacionadas a los temas recién mencionados.

Críticas y apoyos al veto

El debate de este veto se desarrolló en un escenario de amplios cuestionamientos de parte de la oposición. Varios de los testimonios criticaron que el Presidente observara artículos que fueron presentados por su propio Gobierno.

“Hay una mezcla entre ineptitud e ineficiencia en el trabajo“. “Es un acto de rendición frente a los sectores más intransigentes de su coalición”. “Comparto los resguardos medioambientales, pero no puede venir esa discusión a entrampar y revolver indebidamente lo que ya pudo ser ley”. “El Gobierno cayó en su propia trampa; se encontró con las diferencias en sus propias filas”, fueron parte de las declaraciones.

Además, se estimó que las normas son pertinentes, especialmente, en el caso de los humedales, para atender situaciones especiales relacionadas con causes.

Desde el oficialismo, por el contrario, se defendió el veto. Se enfatizó que las materias en cuestión son delicadas y merecen abordarse en una discusión más detallada, con estudios específicos. “Las normas que fueron parte de un mal diseño legislativo del Ejecutivo es pertinente que se puedan enmendar”, se planteó.

Ahondando el tema, se observó que, por ejemplo, para cambiar puntos de captación es necesario contar con estudios hidrogeológicos. “Esto no es extremo; lo extremo es que la gente no pueda tomar agua. La gente necesita que el Estado tome en serio el recurso hídrico”, se enfatizó.

En el centro político hubo posiciones intermedias. Algunos se expresaron decididamente en contra del veto. Otros, llamaron a aprobar solo la eliminación de la norma relacionada a los permisos para nuevos derechos de agua en zonas de prohibición. Asimismo, hubo quienes lamentaron los errores legislativos y que estimaron necesario corregirlos en proyectos específicos.

Explicaciones del Ejecutivo

La ministra de OOPP, Jessica López, asumió la responsabilidad del error. Empero, lamentó que el hecho se utilizara políticamente cuando la discusión es del ámbito técnico. “Niego y rechazo las declaraciones de un ambientalismo radical”, acotó.

Aclaró que, en el tema de la DGA, existe un problema con las autorizaciones transitorias, en tanto estas finalmente se rechacen. Consideró que tampoco quedó bien regulado lo relacionado con los puntos de captación. De ahí, agregó, la idea es incorporar un informe técnico adicional para sus definiciones.

En el tema de los humedales, dijo que es importante incorporar mayores precisiones. Así, se espera cautelar la protección y la mantención de esos ecosistemas, pero con más certezas.

En complemento, el ministro (S) del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, alertó que la norma de los humedales tuvo su razón en que los prioritarios comenzaban a regir en este año. Sin embargo, en este mismo cuerpo legal se extendió el plazo para los decretos. Por ello se tiene más tiempo para generar una regulación más específica.

Asimismo, comentó que la disposición está redactada de forma muy general. Así, existe desigualdad entre los humedales urbanos, que requieren de calificación ambiental para una intervención, de los prioritarios, en los que bastaría una autorización del SBAP.

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Veto elimina normas relativas a humedales y DGA de proyecto de permisos sectoriales

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